El Parlamento de Francia aprobó hoy una amplia ley antiterrorismo que remplaza el estado de emergencia que lleva dos años vigente y tiene como objetivo dar más herramientas a la policía para combatir el extremismo.
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El Parlamento de Francia adoptó definitivamente este miércoles un controvertido proyecto de ley antiterrorista, que facilita los registros o el cierre de lugares de culto, muy criticado por los defensores de las libertades civiles.
Esta ley, impulsada por el presidente Emmanuel Macron y vigente a partir del 1 de noviembre, fue aprobada por la Asamblea Nacional. Elegida por por 244 senadores a favor y 22 contra (principalmente senadores comunistas). Los socialistas se abstuvieron. Los elementos más significativos serán verificados cada año por el Parlamento y deben expirar en el 2020.
Esta ley permite a las autoridades detener a sospechosos en su domicilio sin orden previa de un juez, cerrar lugares de culto acusados de promover el extremismo y realizar más controles de identidad.
Las personas bajo el sistema de seguimiento individualizado prevista en la ley pueden moverse en su ciudad o su pueblo, pero con una visita cotidiana a la comisaría de policía. Con respecto a las “visitas domiciliarias”, la ley prevé que un juicio puede autorizar esas visitas por sospecha de un vínculo entre una persona y una organización terrorista.
Una de las medidas más relevantes se refiere a la posibilidad para que un alto funcionario de las regiones del país pida el cierre de mezquitas o iglesias por seis meses si los predicadores incitan a ataques o hacen la glorificación del terrorismo. De la misma manera, los funcionarios que trabajan en el sector de la seguridad o de la defensa podrían ser despedidos si ellos muestran opiniones radicales. Los soldados del Ejército están también sometidos a esa medida.
El cambio más controversial de la ley fue mantenido. La ley actual francesa está bajo la legislación europea que ya autoriza la policía a hacer controles de identidad a las fronteras, pero el cambio se refiere a la extensión del control de identidad más cerca de las fronteras y lugares de transportes internacionales.
Los oponentes a la ley han dicho que ampliar los controles van facilitar la discriminación por la apariencia y están también una forma disfrazada de limitar la inmigración a las fronteras.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró esta mañana en su discurso frente a los representantes sindicales de las fuerzas de seguridad que no va a “llevar la ley ante el Consejo Constitucional (…) porque la calidad del trabajo ha permitido llegar a un texto totalmente satisfactorio”.
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Prioridad absoluta al antiterrorismo
Francia ha sido blanco de una serie de ataques desde el año 2015, cometidos por extremistas islámicos que han dejado más de 200 muertos.
La nueva legislación antiterrorista ha encontrado poca resistencia en un país traumatizado por la ola de ataques yihadistas, a pesar de numerosas críticas sobre que ésta debilitaria las libertades civiles.
El 57% de los franceses está a favor de esta ley, según una encuesta reciente, aunque el 62% reconoce que favorecerá una “tendencia a deteriorar las libertades”.
La ley ha sido severamente criticada por la izquierda radical y las organizaciones defensoras de los derechos humanos porque, sostienen, viola la presunción de inocencia y el respeto de la vida privada.
Asimismo, expertos de la ONU la han criticado duramente. “Perennizar mediante este proyecto de ley los poderes de emergencia amenaza gravemente la integridad de la protección de los derechos en Francia”, advirtió recientemente una de ellos, la irlandesa Fionnuala Ni Aolain.
En cambio, algunos sectores de la derecha y la extrema derecha la consideran demasiado ‘blanda’.
La votación coincidió con un discurso sobre la seguridad de Macron, de 39 años, en el palacio presidencial, donde expuso sus planes para aumentar los efectivos policiales y de inteligencia en Francia.
Ante la amenaza terrorista, que es la “prioridad absoluta”, “les brindamos de manera duradera los medios para ser más eficaces”, aseguró ante altos mandos de las fuerzas del orden. añadió Macron.
Además, anunció para diciembre una nuevo plan contra la radicalización, para lo que se confeccionará una “lista de territorios” sobre los que habrá una vigilancia específica.
Uno de los anuncios de Macron fue la creación de una fuerza policial de proximidad, una de sus principales promesas de campaña en el ámbito de la seguridad. La misma entrará en funciones durante 2018, tiene por objetivo “luchar contra los delitos, los actos molestos, la incivilidad en lo cotidiano”, insistió el mandatario francés.
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