Un tuit ‘amenazante’ lanzado hoy por Trump contra el exjefe del FBI, sólo parece hundir más al mandatario en un mar de dudas y señalamientos en su contra.
Donald Trump lanzó este viernes una advertencia al exdirector del FBI James Comey, alentando así los señalamientos de que el presidente de Estados Unidos está tratando de acallar al hombre que encabezaba una investigación de una supuesta intromisión rusa en las elecciones de 2016.(Rusiagate)
En el polémico tuit, parece sugerir que el Gobierno podría sacar a la luz grabaciones de las conversaciones entre Comey y Trump para ahogar cualquier versión que pueda dar el exjefe del FBI, pero no quedó claro si en realidad los registros de estas conversaciones existen.
El posible hecho de que tales grabaciones sí existan, hace que nuevamente el ‘Rusiagate’ sea objeto de comparación con el ‘Watergate’ que, en 1974 le costó la presidencia a Richard Nixon.
¿Está grabando Trump todo lo que se habla en la Casa Blanca, como lo hizo Nixon?
“He hablado con el presidente y no tiene nada que añadir a eso”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, ante las consultas sobre si existían esas grabaciones, si se realizaban grabaciones o hasta si había equipo de grabaciones en la Oficina Oval de la casa presidencial.
Spicer negó que el mensaje del presidente pudiera ser interpretado como una amenaza y dijo que el tuit se explica por sí solo.
Pero muchos lo entendieron como una amenaza del líder estadounidense a un potencial testigo o informante en una investigación que podría terminar involucrándolo en investigaciones del FBI y el Congreso sobre vínculos de su campaña con hackers rusos que intervinieron en las elecciones donde resultó ganador.
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¿Advertencia o amenaza?
«Más vale para James Comey que no haya ‘grabaciones’ de nuestras conversaciones antes de que comience a filtrar (información) a la prensa», escribió el presidente en Twitter.
James Comey better hope that there are no "tapes" of our conversations before he starts leaking to the press!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 12, 2017
El diario New York Times publicó este viernes que el presidente le pidió a Comey en enero,que le jurara lealtad y que este se negó. Si eso resultase cierto, reavivaría las acusaciones de «abuso de poder» que pesan sobre Trump.
Trump negó en una entrevista a Fox News que haya pedido lealtad a Comey y que sólo quería que fuese honesto. El presidente dijo que no hablaría de la existencia de ninguna grabación.
CBS Evening News, que citó a una fuente anónima que habló con Comey, dijo en su Twitter que el exdirector del FBI espera que «haya muchas grabaciones». CNN dijo, citando a una fuente cercana al caso, que Comey «no está preocupado» con lo que Trump pueda tener.
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El mandatario republicano había dicho el martes en su breve comunicado sobre el despido de Comey que el ahora exjefe del FBI le había dicho tres veces que él no estaba siendo investigado en las sospechas sobre Rusia.
Comey no ha hecho ninguna declaración pública sobre ninguna conversación con el presidente. El exfuncionario rechazó una invitación para testificar frente a la Comisión de Inteligencia del Senado en una sesión a puertas cerradas el martes, dijo a la MSNBC el senador Mark Warner, principal legislador demócrata de esa comisión.
¿Le espera a Trump el mismo destino de Richard Nixon?
Entre 1971 y 1973, el presidente Nixon usó un sistema de grabación de conversaciones llevadas a cabo en la Oficina Oval y en otras áreas de la Casa Blanca y, de llamadas telefónicas hechas desde su despacho.
Este sistema funcionó hasta el 18 de julio de 1973, dos días después de que su existencia fuera conocida por el público a causa de las audiencias del comité del Senado que investigaba el sonado caso Watergate.
Los senadores quisieron escuchar esas cintas para determinar hasta qué punto el mandatario sabía del espionaje a los demócratas. Nixon se negó a entregarlas aduciendo razones de seguridad nacional, pero la presión sobre él fue tanta, que al final accedió.
Tras perder el respaldo de los republicanos en el Congreso y ante la posibilidad de un juicio político, Nixon renunció a la presidencia.
Con esto, se acabó la costumbre de mantener esos registros, en vista que podían representar una amenaza contra el gobierno en cualquier momento.
Hay grabaciones parciales, pero no un sistema que registre todo lo que pasa en el despacho presidencial… hasta ahora, cuando el presidente Donald Trump, ha dejado la duda de que puedan existir grabaciones de conversaciones en la Casa Blanca como lo hizo Nixon. ¿Tendrá Trump los días contados como presidente de los Estados Unidos?
¿Usted qué opina?