Las jóvenes promesas del club Independiente supuestamente eran utilizados para prostituirse en un departamento privado de una zona exclusiva en Argentina.
En Argentina explota un nuevo escándalo de abuso sexual de menores. [jwplayer jeI32lq4]La noticia estalló esta mañana, cuando uno de las promesas de Independiente que vive en la pensión que el club tiene en Villa Domínico se quebró y le contó la situación a un empleado de mucha confianza con los chicos y vínculo con la formación: un ex jugador de inferiores del Rojo fue acusado de captar a menores y hacerlos prostituir en un departamento privado del barrio de Palermo.
El acusado también pertenecía a las inferiores del club: era parte del andamiaje ofensivo en el plantel de Cuarta División hasta 2017. Según la versión de los menores, a partir de su relación con los juveniles, y aprovechando su situación de vulnerabilidad (la mayoría de ellos provienen del Interior y se encuentran lejos de sus familias) les ofrecía prostituirse y facilitaba la locación para el encuentro con los clientes.
Fue el psicólogo de la institución el que detectó que había un problema con uno de los menores. En consecuencia, se comunicó con el empleado que abrió la puerta del horror y lo demás es historia.
A partir de la primera confesión, otro de las promesas también reveló haber participado del «negocio». Ante la coyuntura, el empleado le solicitó al jefe de seguridad del club que cerrara la pensión y convocó a dos directivos de los más encumbrados a una reunión para ponerlos al tanto.
Lea También: El 11 de Argentina que ya prueba Sampaoli para enfrentar a ItaliaSerían al menos cinco los menores, de entre 15 y 16 años que integran los planteles de Sexta y Séptima División, los involucrados. Los dirigentes decidieron inmediatamente realizar la denuncia, por lo que la Policía se apersonó en la pensión en horas del mediodía y les tomó la declaración a los mayores presentes: el jefe de seguridad, el empleado que recibió las confesiones, y los dirigentes.
Practicaba en la mañana y en la tarde se convertían en esclavos sexuales
Las «visitas» al departamento privado, según el testimonio de los juveniles, se daban en horario de la tarde, durante el horario escolar o a la salida del mismo. Los chicos tienen un permiso firmado por los padres para moverse con libertad hasta las 20, horario en el que tienen que presentarse de regreso en la pensión.
La denuncia quedó radicada en una de las Unidades Fiscales Descentralizadas de Avellaneda, a cargo de la doctora María Soledad Garibaldi, donde se comenzaron las actuaciones. La causa quedó catalogada como «corrupción de menores» y se busca al principal acusado. A su vez, también se hallaría involucrada una persona relacionada al arbitraje en divisiones juveniles.
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