El agrónomo fue asesinado frente a su esposa y su hija de dos años a manos de individuos que lo bajaron de su vehículo a la altura del puente a desnivel en el bulevar del norte que conduce a la UNAH-VS.

La familia Dubón nunca imaginó que un domingo cualquiera, recibiría la noticia menos esperada de todas, el anuncio de una dolorosa muerte: que la incesante delincuencia terminó con la vida del ingeniero Juan Ángel Dubón.

Juan Ángel era una fuente de felicidad y amor para sus niños, a diario los convertía en seres dulces y cariñosos, no perdía oportunidad para expresarles que los amaba, seguido de un beso y un abrazo estremecedor, él se sentía engrandecido cada vez que los abrazaba, besaba y sentía el amor y el calor que recíprocamente de sus hijos recibía.

Por otra parte los entes policiales luego del asesinato, aseguraron que tenían en un 65 por ciento avanzadas las investigaciones del crimen del ingeniero agrónomo, Juan Ángel Dubón, sin embargo, no hay nadie capturado.

¿Quienes son esos asesinos?

Recientemente se habría capturado a tres sospechosos. Según autoridades policiales, la banda desarticulada conocida como “El Gordo” estaría involucrada en el crimen.

Los indicados fueron identificados con los nombres de Luis Alfredo Vásquez, David Villalobos Estrada y Marlon Atilio Fúnez.

A estos jóvenes se les confiscó dos fusiles AR 15 y un vehículo, que utilizaban supuestamente para efectuar sus fechorías.

Villalobos, Vásquez y Fúnez fueron detenidos en la populosa colonia Chamelecón. Asimismo, se les decomisó un vehículo tipo camioneta de color gris, Ford Escape y placa número PEC 8252.

Hasta el momento. Autoridades policiales del país se encuentran investigando y contrastando los hechos para determinar si los detenidos en Chamelecón son los responsables.

ANTECEDENTE.

HOMENAJE: “Juan Ángel, a pesar de ser un hombre ocupado, le daba el tiempo que se merecía a su familia.”

La muerte es el comienzo de una historia de amor que viviremos eternamente con Dios y con los seres que amamos. Muchas personas fallecen diariamente en el mundo, pero aquellas que por sus obras trascienden y nos reconcilian con la humanidad, son pocas.

Se cumple siete meses de aquel fatídico Domingo 19 de febrero de este año, día en el que falleció a mano de supuestos sicarios, un gran papá, esposo, hermano, hijo, hermano y amigo, Juan Ángel Dubón; su deceso se lamentó en todo el país. Su pérdida, nos ha conmovido profundamente a todos.

Su hermano mayor nos expresó;

“Juan era una persona sumamente amorosa, desde sus hijos, su esposa, sus papas y sus hermanos. Cualquier miembro de la familia puede opinar lo mismo. Él era el núcleo de su familia. Era un hombre muy servicial, dispuesto a ayudar, no recuerdo nunca haberlo visto enojado y algo que siempre admire de él, es que siempre a pesar de ser un hombre sumamente ocupado, le daba el tiempo que se merecía a su familia.”

Juan Angel, ex zamorano, graduado de la universidad de Ingeniero Agrónomo, sacó una maestría en Alemania y era miembro del Agas, trabajó para compañías muy importantes, en donde cultivó muchas amistades y el cariño de las personas que tenía a su cargo.

Entre compañeros y amigos.

Su liderazgo siempre lo llevo a destacarse en su trabajo. Buscamos algunos detalles laborales de Juan Ángel y nos encontramos con elogios muy bonitos de parte de quienes en algún momento trabajaron junto a el.

Jesús, lo conoce desde mucho tiempo atrás y compartiendo muchas anécdotas nos dijo:

“Considero que Juan era una persona muy inteligente, un gran profesional, un gran activo para el país, un hombre muy preparado como pocos en Honduras, sabía de inseminación artificial en ganado vacuno y eso lo hacia una persona muy importante para Honduras.

Lamento mucho la muerte de Juan y sobre todo lamento lo que esta pasando Honduras, vivimos en un país que vive una impunidad del 94% significa que solo el 6% de los asesinatos que se cometen en el país logramos saber quienes los cometieron. Por ende es de preocuparnos todos por lo que está pasando, porque hoy fue Juan, mañana puede ser otra persona o cualquiera de nosotros y eso terrible para el país y nuestras familias.

Conocí a Juan en el negocio al que el se dedicaba, lo conocí como una personas que amaba lo que hacia. Le gustaba mucho el tema del ganado, la agricultura y eso era en el una pasión. Podría decir que Juan estaba enamorado de las vacas.

“El era un hombre de familia, amaba a su esposa, amaba a su hija, que por cierto era de muy corta edad y realmente era un hombre de bien, como lo dije antes realmente un activo para la nación.”

Así mismo un empleado de confianza de Juan Ángel, habló con Once Noticias y nos dijo:

“Para nosotros no está muerto, es tan difícil asimilar lo que paso, todos los días en lo particular siento un gran dolor en el corazón” lo decía mientras miraba una foto en vida de Juan en su celular.

De esta manera expresó que “El Ingeniero era un excelente jefe, siempre que le decíamos que teníamos algún amigo o familiar sin trabajo, él buscaba la manera de ayudarnos. Él era un jefe tranquilo, nunca tuvimos ningún problema con él. Era una persona recta, no le gustaba la mentira. Recuerdo que siempre que estábamos en el campo, mandaba a comprar frescos para todos los empleados y compartimos, él era muy bueno con nosotros”.

“No se merecía una muerte así, nunca le conocimos malas amistades, todos los trabajadores de las fincas estamos muy tristes… Era un hombre preparado, triunfador, hombre de futuro”.

“El dolor de la familia, de nosotros sus allegados es grande, aun no creemos que ya no esté con nosotros” expresó. Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, quererlo, respetarlo, admirarlo y compartir días de trabajo, estamos seguros de que su existencia no ha terminado ni se ha extinguido con su inesperada partida.

“… yo digo ‘es’ mi hermano, porque para mi no está muerto”

Hoy su hermano, – porque eso considera él que fue Juan Ángel en su vida.- Hector Ferreira, presidente del Agas, abrió su corazón a Once Noticias y nos dijo:

“Bueno yo le podría decir que Juan Angel Dubon Guerras alias ‘mi vieja’, es como un hermano para mi, digo ‘es’ porque para mi no está muerto, está vivo y seguirá vivo por siempre.”

“Una persona completamente estricta y recta para hablar y para actuar. Una persona totalmente confiable y comprometida en todo lo que era relacionado a su vida y a la gente que el quería.

Una de las anécdotas más alegres o de la que mas me hacia reír, fue una vez que el contaba que los leones que tenían en las jaulas de cocodrilos se salieron una vez, y lo llamaron a las cuatro de la mañana para avisarle que los leones se habían salido, entonces decía que él ni corto ni perezoso se levantó de la cama, se puso un jean una camisa, agarro el rifle 22 y una pistola y cuando iba llegando ya a la caseta de peaje para agarrar camino a Villanueva se puso a pensar y dijo: –juepuya si es que no son vacas ni toros lo que voy a domar son leones- ¿qué voy hacer? Y acababa de sacar una maestría en Incae, entonces decía, pucha pero esto si no me lo enseñaron, tengo que ver como hago.

Entonces yo lo molestaba y le decía: que él se paraba enfrente de los Leones y les decía picho picho picho vaya gatito metasé en la jaula por favor que Angelito no quiere que lo muerda.

Y así le puedo contar un montón de anécdotas. Como la vez que se fue a estudiar a Minnesota, que tuvo que trabajar como repartidor de pizza y los cocineros todos eran Mexicanos y no le daban chance de repartir, porque todos los que repartían ruta, ya tenias sus rutas, ya conocían las casas donde entregar, entonces a las tres semanas de ver que no salía tuvo que armar su propia estructura dentro del mismo restaurante y se le ocurrió repartir todas sus propinas entre los demás repartidores, entonces prácticamente, se volvió a los dos meses el mejor empleado entregador de pizza porque fue inteligente al compartir.

Al momento de la noticia de su asesinato, me llamaron alrededor de 9 empleados de campo que Él tenía en su antiguo trabajo, los cuales estaban sumamente dolidos porque decían que para ellos Juan Ángel no era un patrón, sino un hermano más, un padre para ciertos de ellos.

Así como me dijo Alvarito: que jefe llega al velorio y entierro de un familiar de un empleado y Juan sí lo hizo, porque realmente que cuando uno acompaña a alguien en esos momentos es porque en realidad le importa y porque lo quiere.

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Juan Ángel es mi hermano, su familia es mi familia, mi familia es la familia de él, esperamos que sus hijos puedan seguir su legado. Nosotros como hermanos de él estamos sumamente comprometidos en que sus hijos siempre sigan el camino del bien que sean esas personas estudiosas y comprometidas y sobre todo eficientes, porque para Juan Ángel los sueños no existían todos eran realizables.

Recuerdo que cuando yo quería ser presidente de Agas, le decía yo: ¿será que ya estoy preparado para este tipo de cargos? y me decía: ya estas grande, ya estás parado acá, ya estuviste en la directiva ya podes, eso no puede quedar como un sueño. Y eso me hizo querer más buscar la presidencia de Agas.

En Honduras estamos viviendo como una Selva, no puede ser posible que en Honduras haya más asesinatos que en medio oriente que existe una guerra. como lo dije yo el día del asesinato, no puede ser posible que nosotros entre los mismo hermanos nos estemos matando, ojala que esto no sea como decía Don Rodolfo Pastor en su editorial, que la parte política, todo por poder, no creo que yo que Juan, NI NADIE en el país tenga que pagar este tipo de ambiciones de poder.

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Mi hermano era una persona totalmente comprometida con su familia con sus hijos, es una de las cosas que hablábamos con mi esposa, osea como padre es impresionante, muchas cosas y lecciones aprendí yo de Él solo de ver cómo se comportaba con su hijo y con su Maya. Porque definitivamente su prioridad y todo lo que él hacía era para ellos.

Pudiera seguir contando muchas cosas bonitas de mi hermano Juan… Me quedo con esos recuerdos bonitos, me llamaba todos los Lunes a las ocho de la mañana para saber como estaba y como iban mis planes y saber si nos íbamos a ver el viernes o el sábado en familia, el siempre abogo porque uniéramos a nuestras esposas para hacer una sola familia, y vamos a continuar haciendo las cosas, para que sigan el rumbo que el siempre anhelo.” Concluía don Héctor con la voz entrecortada.

Definitivamente una persona no se muere cuando se ha cumplido a cabalidad la tarea que Dios le ha encomendado en su paso por la vida y nos vamos con la satisfacción del deber cumplido.